martes, 15 de enero de 2013

En China incineran cadáveres sin autorización de familiares.


Un portavoz del equipo de rescate del distrito de Zhenxiong explicó que incineraron los cadáveres por temor a que se convirtieran en un foco de contagio de enfermedades por estar expuestos al aire libre durante demasiado tiempo.
Zhou Chengwu, gerente del velatorio del distrito, informó de que los cadáveres tenían que ser tratados en 24 horas debido a las limitaciones de las instalaciones.
El velatorio, fundado en 1979, estaba siendo renovado, por lo que tuvieron que alquilar cámaras frigoríficas para guardar los cadáveres. "Sólo pudimos conseguir seis o siete cámaras, una cantidad insuficiente para la necesidad del momento", dijo Zhou.
Muchos de los cuerpos recuperados del lodo presentaban graves daños, lo cual podría haber inflingido un gran dolor psicológico a sus familiares, citó el portavoz.
La incineración sin autorización provocó la protesta de unos 40 familiares de las víctimas. Estos se congregaron en la carretera donde ocurrieron los hechos y en el centro de rescate el domingo por la noche, bloqueando el pasaje de decenas de vehículos. El grupo no se dispersó hasta las 02:00 horas del lunes.
El desprendimiento de tierra, ocurrido en Zhenxiong el viernes, causó la muerte de 46 personas y dejó dos heridos.
El gobierno local ordenó incinerar todos los cadáveres el domingo, lo que provocó la furia de los familiares de las víctimas, pues la tradición funeraria de la etnia yi, a la que pertenece la mayoría de habitantes de la región, es sepultar a los muertos, no incinerarlos.
Al agravio se une el hecho de que los familiares, que estaban trabajando en la ciudad cuando se produjo el desastre, no tuvieron la oportunidad de despedirse de sus seres queridos.

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