jueves, 24 de enero de 2013

Elecciones en Jordania.


A la defensiva por la caída de cuatro regímenes en la zona, la familia real de Jordania ha iniciado una serie de cambios que, según el rey Abdalá II llevarán a una monarquía constitucional plena y según la oposición islamista y de izquierdas no son más que retoques cosméticos para perpetuarse en el poder. Las elecciones parlamentarias del miércoles, en las que ganó una mayoría de candidatos tribales progubernamentales, son uno de los signos más visibles de esa lenta mutación de la monarquía, que, entre otras cosas ha llevado a la reina Rania a presentar una imagen más sobria, y a cambiar los eventos de la alta sociedad internacional por actos centrados en asuntos como la pobreza o la educación.
De momento, la nueva Cámara baja de Jordania será capaz de elegir primer ministro, una facultad que hasta ahora recaía sobre el rey. Este mantendrá sus funciones en política exterior y seguridad nacional. Son cambios modestos, propiciados por las revueltas de la primavera árabe, que hicieron caer regímenes en Túnez, Egipto, Libia y Yemen, y que han puesto a Bachar El Asad en Siria al borde del derrumbe. Los grupos opositores en Jordania no han ganado excesiva tracción, algo que quedó en evidencia en las elecciones. Aunque llamaron al boicot, la participación fue, con un 56,5%, mayor de lo esperado.
“Creo que las elecciones son un momento importante, sobre todo dado el hecho de que en los meses previos ha habido en Jordania una voluntad de permitir un debate público sobre asuntos que hasta ahora han sido tabú. Es reflejo de una región cambiante, en la que las expectativas públicas son diferentes a hace dos años”, explica Scott Mastic, del Instituto Internacional Republicano de Estados Unidos, observador internacional en los comicios. “Ahora la cuestión es si esas reformas serán cosméticas o estructurales. Depende de qué continuidad se dé desde palacio a los cambios”.
Fuente: elpais.es. 24.01.2013

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