El ejército argelino ha atacado desde dos helicópteros a la planta de procesamiento de gas en las que los raptores retenían a casi 200 personas, entre ellas más de 40 extranjeros.
35 de los rehenes, entre ellos de nacionalidad extranjera, han perdido la vida en el asalto, además 15 de los secuestradores murieron durante el enfrentamiento.
Siete de los rehenes extranjeros -tres belgas, dos estadounidenses, un japonés y un británico- han sobrevivido a estos brutales ataques, aunque siguen en manos de los rebeldes armados, según ha indicado Reuters.
En la operación, murió el jefe de los militantes, Abú Al-Bará, según ha declarado el vocero de la Brigada Enmascarada, grupo que ha tomado el control del complejo gasífero.
Más de 20 de los rehenes extranjeros y unos 30 trabajadores argelinos pudieron escapar antes de esta fallida operación.
El miércoles, un grupo armado atacó las instalaciones gasíferas de un consorcio compuesto por la compañía argelina Sonatrach, la británica BP y la noruega Statoil, en la región de Tinguenturin, a 40 kilómetros de la ciudad de In Amenas, próxima a la frontera de Argelia con Libia.
De acuerdo con los rebeldes, el secuestro es un acto de represalia por el apoyo de Argelia a la operación militar realizada en Malí, encabezada por Francia.
El pasado 13 de enero, Francia declaró que Argelia había autorizado la utilización de su espacio aéreo a fin de bombardear el norte de Malí.
Posteriormente, el 14 de enero, los rebeldes malienses prometieron vengarse de la intervención militar de Francia, y aseguraron que atacarían “todas las partes, Bamako, África y hasta Europa”.
Fuente: hispantv.com 17.01.2013
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