lunes, 29 de abril de 2013

En Argentina 30 personas enferman de triquinosis por consumo de carne de jabalí.

Al menos 30 personas contagiaron el parásito de la triquina por la ingesta de jabalí ahumado en esta ciudad, y las autoridades sanitarias dieron la alarma, ya que no se descarta la ocurrencia de más casos en las próximas horas.

La referente regional de Epidemiología, Fernanda Hadad, dijo que las personas con los primeros síntomas se presentaron al hospital local días atrás, y de inmediato se sospechó la posibilidad de contagio de triquinosis.

Una vez detectado, el producto en cuestión se sometió al análisis conocido como de "digestión enzimática", que dio positivo para un lote de jabalí ahumado de producción casera o artesanal.

La mayoría de las víctimas de la enfermedad habían consumido el producto en una fiesta familiar realizada en San Martín de los Andes.

Si bien el brote está controlado al confirmarse la traza de la mercadería infectada, otras personas en la ciudad y su zona de influencia pudieran haber consumido del mismo lote, por lo que no se descartaban nuevos casos.

El mal se manifiesta primero con fiebre y dolores musculares y luego con la ocurrencia de quistes que producen dolores donde el parásito se aloja.

Hadad dijo que Zona Sanitaria está trabajando en el rastreo de todas las personas que pudieran haber consumido el producto, mientras recomendó que acudan al hospital o centro de salud más cercano aquellos que hayan ingerido carne o derivados de cerdo sin conocer su origen, y que en los últimos 30 días presenten algún cuadro compatible.

Como se apuntó, la triquinosis es una enfermedad parasitaria causada por un nematodo del género _Trichinella_, que se adquiere al consumir carne con larvas. Presenta síntomas gastrointestinales (diarrea), dolor muscular y articular.

El contagio se produce por la ingestión de carne porcina, infectada de larvas enquistadas en células musculares o paredes grasas, que son colonizadas por el parásito.

Las larvas cambian a estado adulto en el intestino delgado de quien ha realizado la ingesta. Luego, se distribuyen por la sangre a los músculos estriados donde se enquistan.
Fuente: PROMED 29.04.2013

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