jueves, 22 de noviembre de 2012

América Latina disminuyó a la mitad la mortalidad infantil entre 1990 y 2010.


Aunque en las últimas dos décadas la mortalidad de menores de 5 años en América Latina y el Caribe se redujo de 54 a 23 defunciones por 1.000 nacidos vivos, aún se registran enormes disparidades entre los países de la región y a veces hasta el interior de los mismos. 

En el Día Universal del Niño, que se celebra este 20 de noviembre, la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) llama a redoblar esfuerzos en la región para prevenir y reducir la mortalidad y la carga de morbilidad en los niños menores de 5 años, y brega por mejorar la salud integral del niño. 

Las autoridades sanitarias de las Américas aprobaron en septiembre de este año una estrategia y plan de acción para la salud integral en la niñez, que busca mejorar la salud y reducir la mortalidad infantil a través de un enfoque sanitario integral y multisectorial basado en los derechos y los determinantes sociales de la salud.
El plan de acción, aprobado durante la 28ª Conferencia Sanitaria Panamericana de la OPS/OMS, propone una serie de servicios que podrían constituir un grupo de intervenciones costo efectivas y basadas en la evidencia, que utilizan una estrategia centrada en la atención primaria de la salud, con un enfoque de género, intercultural y que toma la salud como un derecho, consistente con la Convención sobre los Derechos del Niño. 
“La idea general de este plan es lograr que los niños y las niñas sobrevivan, prosperan, y tengan vidas saludables y felices,” dijo Gina Tambini, Gerente del Área de Salud Familiar y Comunitaria de la OPS. 

La tasa media de mortalidad de menores de 5 años en América Latina y el Caribe entre 1990 y 2010, se redujo de 54 a 23 defunciones por 1.000 nacidos vivos. Esto representó una disminución media anual de 4,3% de la mortalidad de menores de 5 años en la región. Si continúa esta tendencia, la región alcanzará la meta de los Objetivos de Desarrollo del Milenio de reducir en dos terceras partes la mortalidad de los menores de 5 años para 2015. 

Sin embargo, los promedios regionales de la mortalidad de menores de 5 años ocultan disparidades entre los países y hasta dentro de un mismo país. Por ejemplo, en 2011, Haití y Bolivia tenían tasas de mortalidad de menores de 5 años de 87 y 51 defunciones por 1.000 nacidos vivos respectivamente, en comparación con 19 en Colombia, 8 en Chile y 6 en Cuba. 

La mayoría de las muertes en la niñez son evitables. En los países con mortalidad elevada, algunas intervenciones de gran efecto y bajo costo, podrían reducir el número de defunciones en más de un 50%, pero esas intervenciones no llegan a todos.

Por otra parte, aunque la prevalencia de desnutrición en la región es baja, la desnutrición crónica es todavía uno de los problemas del crecimiento más frecuentes en América Latina y el Caribe, con casi 9 millones de niños menores que sufren ese trastorno. También la obesidad infantil es uno de los retos más complejos que enfrenta la salud pública en varios países. Además, unos 22,5 millones de niños tienen anemia. 

En ese sentido, la estrategia aprobada por las autoridades sanitarias considera que la salud del niño es el resultado entre factores relacionados con los sistemas de salud y los determinantes sociales, por lo que se requiere coordinar la acción de diversos sectores sociales y gubernamentales para mejorar la salud de los niños.
La propuesta del Plan de Acción es reforzar las alianzas regionales para la salud integral de la niñez con el fin de fortalecer las asociaciones y la colaboración con organismos internacionales para promover intervenciones de salud y movilizar recursos con aliados nacionales. El objetivo es que en cada país se convoque a un Grupo Nacional Intersectorial de Trabajo sobre Salud Integral de la Niñez para elaborar una práctica nacional de acuerdo con las políticas, leyes, perfil epidemiológico y sistemas de salud de cada país.
Fuente. OPS/OMS

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