El cadáver del periodista paquistaní Syed Salim Shahzad, que se encontraba desaparecido desde hace dos días, ha sido hallado con señales de tortura junto a su vehículo a unos 200 kilómetros de Islamabad, ha informado una fuente del Club Nacional de Prensa de Pakistán.
Uno de los cuñados de Shahzad ha confirmado a esta asociación que el cadáver sin vida del reportero fue encontrado en el distrito de Mandi Bahaudín, en la provincia oriental de Punyab, según un representante del Club Nacional de Prensa, Aftab Razá Khan.
La familia aseguró que el cuerpo sin vida del periodista tenía señales de haber sido torturado. Sin embargo, organizaciones como la Comisión de Derechos Humanos de Asia hicieron pública, después de que se conociera la noticia de su desaparición, su sospecha de que podría haber sido detenido por las agencias de inteligencia paquistaníes.
Fuentes de la organización Human Rights Watch (HRW) también habían asegurado a la prensa haber recibido información que apuntaba hacia esa posibilidad.
El mismo Club Nacional de Prensa, horas antes de que se hallara el cadáver, barajaba la posibilidad de que hubiera sido secuestrado por las agencias de seguridad o por los talibanes, pero tras conocerse la muerte parece inclinarse por esta última opción.
El reportero desapareció hace dos días cuando se dirigía a una tertulia televisiva para hablar sobre sus últimas pesquisas acerca del asalto insurgente a una base militar bajo control de la Marina en la ciudad paquistaní de Karachi, que el Ejército dio por concluido el pasado día 23 tras 17 horas de combate.
En un artículo de hace cuatro días, el periodista publicó que Al Qaeda ordenó el ataque de Karachi después de que fracasaran sus negociaciones con las autoridades paquistaníes para que liberaran a oficiales de la Marina, que habían sido arrestados por supuestos vínculos con la red terrorista.
"Los periodistas y sus organizaciones sospechan que, a causa de esta noticia sobre los lazos entre oficiales de la Marina y terroristas, las agencias de inteligencia lo arrestaron para conocer sus fuentes de información", sostuvo la Comisión de Derechos Humanos de Asia antes de que se hallara el cadáver.
Fuente: elmundo.es
Uno de los cuñados de Shahzad ha confirmado a esta asociación que el cadáver sin vida del reportero fue encontrado en el distrito de Mandi Bahaudín, en la provincia oriental de Punyab, según un representante del Club Nacional de Prensa, Aftab Razá Khan.
La familia aseguró que el cuerpo sin vida del periodista tenía señales de haber sido torturado. Sin embargo, organizaciones como la Comisión de Derechos Humanos de Asia hicieron pública, después de que se conociera la noticia de su desaparición, su sospecha de que podría haber sido detenido por las agencias de inteligencia paquistaníes.
Fuentes de la organización Human Rights Watch (HRW) también habían asegurado a la prensa haber recibido información que apuntaba hacia esa posibilidad.
El mismo Club Nacional de Prensa, horas antes de que se hallara el cadáver, barajaba la posibilidad de que hubiera sido secuestrado por las agencias de seguridad o por los talibanes, pero tras conocerse la muerte parece inclinarse por esta última opción.
El reportero desapareció hace dos días cuando se dirigía a una tertulia televisiva para hablar sobre sus últimas pesquisas acerca del asalto insurgente a una base militar bajo control de la Marina en la ciudad paquistaní de Karachi, que el Ejército dio por concluido el pasado día 23 tras 17 horas de combate.
En un artículo de hace cuatro días, el periodista publicó que Al Qaeda ordenó el ataque de Karachi después de que fracasaran sus negociaciones con las autoridades paquistaníes para que liberaran a oficiales de la Marina, que habían sido arrestados por supuestos vínculos con la red terrorista.
"Los periodistas y sus organizaciones sospechan que, a causa de esta noticia sobre los lazos entre oficiales de la Marina y terroristas, las agencias de inteligencia lo arrestaron para conocer sus fuentes de información", sostuvo la Comisión de Derechos Humanos de Asia antes de que se hallara el cadáver.
Fuente: elmundo.es
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