miércoles, 15 de febrero de 2012

OTAN mata 8 adolescentes en Afganistán.

La ISAF (Fuerza Internacional de asistencia a la Seguridad en Afganistán) ha reconocido este miércoles que mató la semana pasada a ocho menores en un ataque aéreo en la provincia de Kapisa, al noreste de Kabul, que provocó por enésima vez la ira del presidente Hamid Karzai por la repetición de ataques con muertos civiles. La ISAF, controlada y dirigida por la OTAN, explica su acción por los movimientos de los sospechosos, que en realidad eran pastores armados, como quiere la costumbre local, que guardaban rebaños y en un determinado momento buscaron refugio de la nieve y el frío. Simon Gass, embajador de la OTAN en Kabul, lamenta el incidente por las bajas civiles y por su coste político: “Cada civil que pierde la vida es un ataque a lo que intentamos conseguir en Afganistán”.
A ojos de los militares occidentales los chicos eran jóvenes con apariencia ya de adultos, atléticos y armados que fueron “bombardeados porque pensábamos que eran una amenaza, no porque fueran talibanes, insurgentes o traficantes de droga”, según el general Mike Winston, responsable de las intervenciones aérea de ISAF.
Sus movimientos, el hecho de estar armados y hallarse en una zona en la que fueron vistos por una patrulla conjunta de afganos y de ISAF en un valle de los dominados por los talibanes fueron letales para los chicos, con edades entorno a los 15-16 años según la ISAF y tan bajas como de seis años en un caso, según un parlamentario local.
El incidente, las protestas locales y las tremendas fotos de la escabechina, ocurrida el pasado jueves, volvieron a poner en el disparadero a Karzai, que critica acremente sucesos semejantes para defenderse de los ataques de quienes le reprochan su relación con la ISAF.

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