domingo, 5 de febrero de 2012

Cadena perpetua para criminal del Jmer Rojo en Cambodia.

Kaing Guek Eav, director del principal centro de detención y tortura del régimen de terror de los jemeres rojos de Pol Pot (1975-1979), ha sido condenado hoy a cadena perpetua, después de que el tribunal supremo respaldado por la ONU que le ha juzgado haya rechazado su apelación y haya elevado la pena de 19 años que le fue impuesta en julio de 2010. Los jueces afirman que han extendido la condena a prisión de por vida por el carácter “espeluznante y horrible” de los crímenes cometidos contra el pueblo de Camboya.
El tribunal, reunido en Phnom Penh, ha dictaminado que Kaing Guek Eav –alias Duch-, de 69 años, debe asumir toda la responsabilidad por la muerte de unas 14.000 personas que fueron torturadas en la cárcel de Tuol Sleng –también conocida como S21– antes de ser enviadas a los llamados ‘campos de la muerte’ en las afueras de la capital camboyana, donde fueron ejecutadas. Las torturas utilizadas en la antigua escuela –en muchos casos, en presencia del propio Duch, y a veces con su participación- incluyeron, entre otros, violaciones, descargas eléctricas y arrancar las uñas con tenazas.
Duch entrenó, ordenó y supervisó a sus empleados para que llevaran a cabo “torturas y ejecuciones de prisioneros de forma sistemática” y mostró “entrega para refinar las operaciones en S-21, que era la fábrica de la muerte”, ha señalado el tribunal.
“La pena debe ser dura para evitar crímenes similares, sin ninguna duda entre los peores de la historia de la Humanidad”, ha dicho Kong Srim, presidente del tribunal, al leer la sentencia, informa Reuters. Duch ha escuchado la sentencia de pie y no ha mostrado ninguna emoción cuando el juez ha recitado la lista de barbaridades que cometió. Según los fiscales, podría solicitar un perdón tras haber cumplido 20 años de cárcel; es decir, dentro de unos siete años.
Duch fue encontrado culpable de crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra en julio de 2010 y fue condenado a 35 años, pero la pena fue conmutada inmediatamente a 19 años por el tiempo ya pasado en prisión y por su detención ilegal en una cárcel militar antes de que fuera establecido el tribunal de la ONU en 2005. La decisión causó furor entre las familias de las víctimas. La sentencia fue apelada tanto por los fiscales, que solicitaron una más dura, y por el condenado, que argumentó que el tribunal no tenía jurisdicción para juzgarle porque él no era un alto dirigente del régimen ultramaoísta de los jemeres rojos y solo cumplía órdenes.
Entre 1,7 millones y 2,2 millones de personas –un cuarto de la población– murieron en Camboya de hambre, extenuación en el trabajo, enfermedades y ejecuciones durante el reinado de terror de Pol Pot.
Fuente: el pais.com

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