El derecho de pernada es antiquísimo y los señores feudales de la Edad Media europea lo legaron a los gamonales y patronos sudamericanos, cuyos estupros y violaciones a las campesinas han sido documentados hasta la saciedad por la novela indigenista. Pero se equivocan quienes piensan que estos atropellos sexuales de los fuertes y poderosos caballeros contra las mujeres pobres y desvalidas han quedado confinados en el mundo del subdesarrollo. La truculenta odisea que vive Dominique Strauss-Kahn parecería demostrar que incluso en la civilizada Francia hay señores que, desafiando los tiempos que vivimos, se empeñan en perpetuar aquella siniestra tradición.
En Chile, existe la misma "tradición" en la cual los hijitos de papá se sienten con el derecho de "afilarse" o "tirarse" a la empleada. En realidad, no solo los hijos sino también el patrón mismo se sienten con la obligación de "mandárselo a guardar" a la "china" o "rota".
Fuente: elpais.com
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