El veredicto de culpabilidad de la Corte Penal Internacional (CPI) en contra del líder rebelde Thomas Lubanga Dyilo por reclutar y utilizar a niños soldado en enfrentamientos es un primer paso en la impartición de justicia para las decenas de miles de niños que han sido obligados a luchar en los conflictos de la República Democrática del Congo (RDC) y en otros lugares, Human Rights Watch señaló hoy. La sentencia enfatiza la necesidad de detener urgentemente a Bosco Ntaganda, quien fue acusado junto con Lubanga y es actualmente general del Ejército de la RDC en Goma, al este del país, y sigue evadiendo la justicia.
"El veredicto en contra de Lubanga es una victoria para los miles de niños obligados a combatir en las guerras brutales de la RDC", dijo Géraldine Mattioli-Zeltner, directora promoción de justicia internacional de Human Rights Watch. "Los comandantes militares de la RDC y otros países deberían tomar nota del mensaje de gran alcance de la CPI: la utilización de niños como arma de guerra es un crimen grave que puede llevarlos al banquillo de los acusados".
Los jueces de la CPI encontraron a Lubanga culpable "más allá de toda duda razonable" de los crímenes de guerra de reclutamiento, alistamiento y utilización activa de niños menores de 15 años de edad en las hostilidades del distrito de Ituri en 2002 y 2003. Lubanga fue el líder de la Unión de Patriotas Congoleños (UPC), un grupo rebelde implicado en muchos abusos graves de derechos humanos, entre los que se encuentran masacres étnicas, torturas, violaciones y reclutamiento masivo de niños, algunos de tan sólo siete años. Las autoridades congoleñas transfirieron a Lubanga a la CPI en marzo de 2006. Su juicio comenzó en enero de 2009.
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