lunes, 19 de septiembre de 2011

En Yemen la dictadura está con las horas contadas.

Miles de manifestantes armados con palos y respaldados por militares desertores tomaron el lunes una base de la Guardia Presidencial en la capital yemení, mientras estallaban combates en gran parte de Saná. La cifra de muertos por la peor ola de violencia en varios meses se elevó a casi 50 en dos días de enfrentamientos.
Los manifestantes, acompañados por soldados de la rebelde Primera División Blindada, irrumpieron en la base sin disparar una sola vez y se apoderaron de un gran número de armas, según testigos y funcionarios de seguridad.
La fuerza antigubernamental usó sacos de arena para erigir barricadas en su avance, proporcionándole a sus tropas aliadas un refugio en caso de que fueran atacados desde el interior de la base.
Las tropas de la Guardia Republicana no dispararon contra los manifestantes y al final prefirieron huir, dejando sus armas atrás. La fuerza de elite era dirigida por un hijo del presidente Alí Abdalá Salé, Ahmed, en el sur de la ciudad.
Fuerzas leales al régimen de Yemen —entre ellos francotiradores que dispararon desde azoteas contra manifestantes— mataron el lunes a por lo menos 23 personas en el segundo día de enfrentamientos que sacuden a la capital, dijeron médicos y autoridades de seguridad.
Los dos días de enfrentamientos, en los que han perecido casi 50 personas, constituyeron el brote de violencia más grave en los últimos meses, a medida que se intensifica la frustración en las calles por la renuencia del presidente a dimitir después de 33 años en el poder.
Fuente: yahoo.com

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