La subida del cien por ciento en los ingresos de diputados y senadores argentinos desató hoy una intensa polémica entre partidarios y detractores de la medida, que se produce en un contexto de ajuste de gasto público y contradice los llamamientos del Gobierno a la moderación salarial.
El vicepresidente y titular del Senado, Amado Boudou, y su homólogo en la Cámara de Diputados emitieron recientemente una resolución que dispone un aumento en los ingresos de los legisladores, en momentos en que el Gobierno ajusta el cinturón con recortes en subsidios a empresas y consumidores.
Portavoces legislativos confirmaron a Efe que los legisladores duplicaron sus ingresos, que ahora se sitúan entre los 30.000 y 35.000 pesos mensuales (entre 6.880 y 8.000 dólares), frente a los 15.000 a 17.000 pesos (entre 3.440 y 3.899 dólares) de antes de la subida, añadieron las fuentes. Además del sueldo, los legisladores cuentan con otros beneficios, como billetes de avión canjeables por efectivo si no se utilizan y un plus por desarraigo para residentes a más de cien kilómetros de Buenos Aires, que varía según la distancia.
Las subidas fueron dispuestas pese a las críticas que recibieron los legisladores de parte de dirigentes y organizaciones sociales por el escaso número de sesiones parlamentarias que desarrollaron el año pasado, con quince en el Senado y diez en Diputados, la menor cantidad registrada desde el retorno de la democracia, en 1983. «Es una barbaridad. La decisión (del aumento) va en contra de la situación del país. Hoy habrá una reunión del partido y seguramente tomaremos posición al respecto», afirmó hoy el diputado y líder de Proyecto Sur, Fernando Solanas, en declaraciones a radios.
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