Las siete familias privilegiadas con la explotación gratuita de los recursos pesqueros de Chile son: Angelini, Sarkis, Stengel, Cifuentes, Jiménez, Izquierdo y Cruz, quienes en el último tiempo se han fusionado en tres grandes conglomerados que controlan nada más y nada menos que el 76% de la capacidad pesquera industrial del país. Se reparten utilidades calculadas en a lo menos unos tres mil millones de dólares anuales, a partir de la extracción gratuita de los recursos del mar chileno.
Hubo un tiempo en que estas familias poseían por separado sus propias flotas pesqueras, pero a partir de la repartición de las cuotas individuales de captura, ocurrida en el 2001, estas multimillonarias familias comenzaron a fusionar sus empresas, a concentrar sus riquezas y sus poderes de captura. Así, por ejemplo, las Pesqueras San José y South Pacific Korp, de Angelini y la familia Lecaros se fusionaron para dar origen a la Pesquera Orizon, que captura el 80% de la sardina y jurel en el norte del país. Lo mismo ocurrió sólo el año pasado entre las Pesqueras Camanchaca y Bío Bío, de Jorge Fernández y Jan Stengel, que juntas ahora capturan el 20,4% del jurel del país. A mediados del año pasado las Pesquera Itata y El Golfo, vinculadas a la familia Sarquis y al grupo Yaconi-Santa Cruz, también se unieron y juntas extraen el 20% del jurel y facturan al año 400 millones de dólares.
Por otro lado, el Grupo Angelini, a través de Corpesca y SPK, reunió en 2009 el 24% de la captura global de jurel; San José, otra poderosa industria, se unió a la segunda y concentró el 12,4%. Así, ambos grupos sumarían el 56% de las extracciones de 2009 y el 46,6% de las cuotas del jurel del año 2010.
A ellas se sumó Blumar S.A. que es titular del 20,28% de la cuota industrial de jurel, del 26,07% de sardina común, del 31,05% de merluza común y del 15,74% de merluza de cola. De esta empresa nada se sabía en Chile hasta hace sólo unos meses. Su nombre era completamente desconocido hasta el 8 de octubre de 2011, cuando apareció en el Diario Oficial y en la exclusiva escena del mapa pesquero nacional. Blumar S.A. pasó a llamarse Pesquera Itata y luego de fusionarse con Pesquera El Golfo se convirtieron en la empresa individual que concentra la mayor parte de los recursos pesquero del país.
Como dato complementario, hasta el año 2001, cuando se repartieron las cuotas individuales de captura, existían en Chile 78 firmas pesqueras dedicadas a la extrañación del jurel. Al poco tiempo esas 78 se redujeron a sólo 26, producto de la concertación de capitales.
Tras las últimas fusiones, quedaron sólo 4 grandes conglomerados que controlan el 92 por ciento del sector pesquero nacional: Orizon (fusión de South Pacific Korp y Pesquera San José); Blumar (fusión de Itata y Golfo) y Camanchaca Pesca Sur (fusión de Camanchaca y Biobio) y Marfood (fusión de Joint Venture de Alimar y Foodcorp).
Estos grandes grupos corresponden a las siete familias de la pesca, que son: Angelini, Sarkis, Stengel, Cifuentes, Jiménez, Izquierdo y Santa Cruz, a quienes les interesa que nada se modifique, quieren seguir engordando sus fortunas y apelan a derechos históricos sobre los recursos y les ha ido bien: el gobierno está con ellos en esa demanda, pues el proyecto de ley contempla que se les entreguen a perpetuidad e incluso en calidad de heredables, los derechos sobre los recursos del mar chileno.
Por otro lado, el gobierno no quiere regular la pesca de arrastre, a cargo justamente de los industriales en todo el país y responsables de la pérdida de biomasa en los mares chilenos, de la sobre explotación, pues la sustentabilidad de los recursos, que debiese ser el eje del la nueva ley, está lejos del debate y de la propuesta del gobierno.
Fuente: theclinic.cl tomado de elquintopoder.cl
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